¿Has notado que las personas que tienen actitudes positivas suelen obtener resultados positivos? Se han realizado estudios que han comprobado que vivir la vida con optimismo o pesimismo afecta tu salud física y emocional. Los pensamientos positivos ayudan a manejar de mejor manera el estrés, tener menos estrés ayuda a tu sistema inmune, a tu cuerpo y a tu mente. Por tanto, el pensamiento positivo influye en tu salud física y emocional.
Ser positivo no significa que no estés consciente de la realidad o que ignores las cosas malas que pasan en tu vida. Pensar positivamente te ayuda a enfrentar las situaciones difíciles de forma productiva, buscando soluciones y no enfocándote únicamente en lo malo.
Los pequeños cambios pueden sumar y conducir a grandes resultados
Todos los días tenemos diálogos internos, que son pensamientos que compartimos con nosotros mismos, son pensamientos automáticos que pueden ser positivos o negativos. Intervienen la lógica y la razón, también pueden tener origen en la forma en la que fuiste criado y en ideas erróneas que tu mente crea.
Cuando la mayoría de tus pensamientos son negativos, es más probable que la forma en la que conduces tu vida sea pesimista. Si tus pensamientos son en su mayoría positivos, es más probable que tu perspectiva sobre la vida sea optimista.
El cerebro tiene la capacidad de aprender nuevos hábitos, por lo que si eres un poco o muy pesimista puedes cambiar tus reacciones para que se conviertan en positivas.
El pensamiento positivo te aporta los siguiente beneficios:
- Aumento de la expectativa de vida
- Menor probabilidad de depresión
- Menor probabilidad de ansiedad
- Mejora tu sistema inmunológico
- Preserva y potencia la salud física y emocional
- Mejor capacidad para manejar situaciones difícil
- Se practica la resiliencia
- Entre otros
Te comparto algunas técnicas que te ayudarán a poner en práctica el pensamiento positivo para tu salud física y emocional.
Gratitud
Realizar un diario de agradecimiento o de gratitud te ayuda a reconocer las cosas buenas que pasan en tu vida. Puedes anotar cada día al menos 3 cosas por las que te encuentras agradecido, por los buenos momentos que has disfrutado, agradeciendote a tí mismo.
Confieso que cuando inicié esta práctica me costaba mucho encontrar cosas por las cuales agradecer, pero con el tiempo se convirtió en un hábito y ahora reconozco así como agradezco todos los días.
Puedes realizar una visita de gratitud a alguna persona a la que le quieras agradecer, o hacerle una carta/correo/mensaje en el que le agradeces. Esta actividad hará feliz a la otra persona y a ti.
Resiliencia
Practicar la resiliencia te da entusiasmo o motivación para pensar de manera realista y flexible sobre los problemas que se enfrentan. Te ayuda a tomar decisiones, ser asertivos. Te permite tener un estado emocional calmado para tomar mejores decisiones.
Puedes fortalecer esta habilidad haciendo énfasis en tus fortalezas, comprometiéndote a aprender de cada situación que te pasa, aprendiendo a conocerte y aceptarte con cariño, sin negativismo.
Mente de principiante
Puedes observar cada situación que se te presente sin emitir juicios, observando que sucede y que te puede aportar, que puedes aprender de cada situación. Aprender a tener mente de principiante te ayuda a observar y no juzgar, lo cuál ayudará a desarrollar el pensamiento positivo.
Practicar el perdón
El perdón es un proceso interno, en el que aprendes a renunciar a los sentimientos de enojo. Puedes buscar empatía en ti para comprender o tratar de comprender la actitud que te hizo sentir enojo. El perdón es una acción que lleva un proceso, no es inmediato ni el perdón es siempre expresado a la otra persona, el perdón es un proceso interno que te da beneficios a ti, al soltar la cólera y rabia para seguir con tu vida.
La práctica hace al maestro
Estos hábitos se adquieren con la práctica constante, sin juzgarte, cada día es una nueva oportunidad para lograr tus objetivos.
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